gatos en los árboles: rescate de Fento

lunes, 19 de octubre de 2015

rescate de Fento


Cada vez que hablamos de Fento se nos escapa una sonrisa.

Allá por donde va se hace notar y sobre todo querer.

No es más travieso porque no puede, siempre está pensando con que jugar aunque eso sean tus apuntes de clase o tus zapatos preferidos, a dónde puede subir aunque eso sea la lámpara y haga el tarzán para que no te enfades emitiendo unos soniquetes súper tiernos por la felicidad del momento, a que compañero morderle las orejitas mientras duerme…

A Fento lo rescatamos hace dos años de la comuna, un lluvioso sábado de invierno, estaba tirado entre unos helechos debatiéndose entre la vida y la muerte. Corriendo nos lo llevamos a urgencias.

Además de la angustia del momento por ver que se iba nos encontramos con uno de esos “profesionales de la medicina animal” a los que les cuesta ser persona y no máquinas de hacer dinero.

Al ser un servicio de urgencias la consulta mínima eran 60€, en ese momento no llevábamos esa cantidad de dinero, ni siquiera llevábamos la cartera encima. Le pedimos por favor que nos atendiese y que mañana le llevaríamos el dinero, además era evidente que el gato se tendría que quedar ingresado y su respuesta fue que aquello no era una ONG, que si ella decidía ir al dentista tendría que pagarlo pues eso igual y para rematar nos dice que “ total el gato se va a morir porque está muy mal, es muy pequeño y necesita muchos cuidados que igual no vais a poder pagar como meterlo en la incubadora, una vía…

A nosotras escuchar aquello nos destrozó el alma además de la impotencia de tener en frente a una máquina sin sentimientos.

Con mucha rabia y lágrimas en los ojos nos los llevamos a casa sabiendo que sería su última noche con la única esperanza de mitigar sus dolores. Así que llegamos y nos pusimos manos a la obra con lo poco que teníamos a mano. Suero, calcetines con arroz caliente, bolsas de agua ( importantísimo subir la temperatura corporal ) antibióticos, descongestionar su naricita …

pasó - la primera noche - la segunda - la tercera y de repente se obró el milagro!!
Ya se levantaba por sí solo e intentaba buscar la comida :)

Hoy Fento es un gato sano y fuerte además de feliz.

Por favor, si te cruzas con un animal en apuros párate y tiéndele una mano pero no pases de largo, la indiferencia mata.




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